
TIEMPOS DIFÍCILES: LO QUE NADIE VE, PERO TODOS PODEMOS SUPERAR
Los últimos tres meses han sido, sin duda, uno de los capítulos más retadores de mi vida. Por un lado, el negocio familiar que con tanto esfuerzo hemos levantado tuvo que cerrar temporalmente. La situación en la frontera con Venezuela afectó directamente a nuestros proveedores de transporte. Las autoridades venezolanas tomaron medidas que obligaron a cerrar operaciones, y apenas hace una semana han comenzado a reactivarse, aunque con muchos cambios: reducción de agentes, nuevos cobros arancelarios, limitaciones en los paquetes, estrictas revisiones y una rotación total del personal oficial. Cada uno de estos cambios ha implicado un rediseño total en nuestra forma de trabajar.
A esto se sumó la angustia de nuestros clientes: muchos con paquetes retenidos, otros necesitados de surtir sus negocios, todos esperando respuestas. Y nosotros, sin poder hacer mucho, con las manos atadas.
Y como si fuera poco, también tuve que enfrentar un desafío personal: mi salud. Una situación que me llevó a análisis, tratamientos, medicamentos, terapias… Todo a la vez. Fue un tiempo duro, confuso, lleno de preguntas. Pero en medio de todo eso, tomé decisiones que me ayudaron a resistir el temporal y, sobre todo, a crecer.
Y eso es lo que quiero compartir contigo.
No solo quiero contarte lo difícil que fue, sino lo que hice para sobrellevarlo:
✅ Ahorré e invertí.
Durante años he ahorrado poco a poco e invertido en activos que me generan respaldo. A veces con montos pequeños, pero constantes. En este tiempo crítico, esos ahorros fueron mi soporte. No solo me salvaron económicamente, sino que me dieron paz mental.
📚 Leí.
Algunos libros, algunos escritos, incluso reflexiones cortas. Leer me ayudó a renovar pensamientos y a encontrar dirección cuando más lo necesitaba.
🚶♂️ Caminé y me ejercité.
No lo hacía con regularidad, pero lo retomé. Sentí cómo el cuerpo me lo agradecía. Hacer ejercicio me ayudó a drenar, a liberar estrés.
🙏 Oré y medité.
Esto fue clave. Orar y entregarle a Dios mis inquietudes limpió mi mente de angustias. Sentí que no cargaba solo con el peso.
🎙️ Me entrené.
Tomé una semana de entrenamiento para líderes. Escuchar a otros compartir sus historias, cómo también pasaron por valles oscuros y salieron adelante, me recordó que no estoy solo. Y si ellos pudieron, yo también puedo.
Hoy, tres meses después, las cosas comienzan a fluir nuevamente. No a la velocidad que deseo, pero sí con rumbo. Sigo adaptándome, sigo aprendiendo, sigo pa’lante.
Si estás atravesando tiempos difíciles, quiero animarte: toma el control. Respira, reflexiona, actúa. Cree en ti. Hay luz después del túnel y siempre, siempre hay una nueva temporada por escribir.